¡Cada estancia en la Casa Païral es única, ya que cada habitación... es única! El hotel de cuatro estrellas, una antigua mansión señorial, ofrece un ambiente y un encanto muy especiales, en el que cada mueble y cada elemento de decoración cuenta una historia. Situado en el centro de Collioure, es el lugar ideal para disfrutar plenamente de la ciudad: el día comenzará con un desayuno bajo las glicinias. Y terminará cerca de la piscina, en calma, después de un día de excursiones o de fiestas.
Para disfrutar de Colliure, lo ideal es alojarse en su corazón. El hotel Le Mas des Citronniers es el lugar ideal para una estancia de descubrimiento o un fin de semana romántico. Con vistas al barrio y al centro, ofrece un remanso de paz ideal para descansar después de un buen día explorando la ciudad y sus alrededores. Las habitaciones del pabellón y su terraza animan a relajarse frente a la puesta de sol o desayunar bajo el cielo rosado del Languedoc-Rosellón.
Colliure y su famoso campanario han inspirado a generaciones de pintores durante más de un siglo. Y no es una coincidencia. Alojarse en Colliure es respirar el ambiente muy especial de una ciudad portuaria a orillas del Mediterráneo, impregnada de tradición, historia, cultura y autenticidad. Un viaje en el tiempo por las calles empedradas, por los animados muelles. En todas las tiendas y lugares públicos de la ciudad encontramos el testimonio de artistas de prestigio (Matisse, Derain, Dufy, Machado...).
Cuando un año está muy cargado, unas cuantas escapadas de fin de semana siempre son bienvenidas. Entonces, ¿por qué no optar por un fin de semana en un hotel con encanto en Colliure? Este relajante descanso te permite "recargar las pilas" de manera eficiente. Y aprovechar las cosas buenas que te ofrece la ciudad: momento gastronómico en un restaurante de los muelles para aprovechar las últimas llegadas de la subasta, degustación en un local de tapas de las afueras para una mariscada de la primera frescura o descubrimiento de los vinos de la tierra en una bodega...
Esta parte de la costa mediterránea ofrece muchas posibilidades para la práctica del senderismo (camino de ronda...). Además del placer de caminar y el contacto con la naturaleza, estos paseos son "proveedores" de magníficos panoramas donde se mezclan el peñón de los Pirineos nacientes, los interminables azules del Mediterráneo y una naturaleza salvaje y virgen. De estos marcos excepcionales que te hacen humilde y simplemente feliz de estar allí, de pie bajo los vientos alisios catalanes para disfrutar del espectáculo y la luz única que inspiró a tantos pintores.
El patrimonio de Colliure pasa tanto por las obras maestras de sus edificios (Castillo Real, Fort Saint-Elme, molino de aceite...) como por el descubrimiento de su viñedo y sus fincas (La Rectorie, La Tout Vieille, Cazes, Piétri-Géraud…), la mayoría de los cuales abastecen a muchos restaurantes de la región y a algunos chefs con estrellas locales y nacionales.
Capital del Fauvismo, Colliure sigue siendo una ciudad de arte y pintura.
La ciudad está llena de galerías de arte, talleres y exposiciones, ya sea en las calles del centro
o en los lugares más famosos como la Casa del Fauvismo, el Castillo Real, el Museo de Arte Moderno...